Tarta de la abuela con natillas Royal

Receta ↓ Ángela Solar

La tarta de la abuela con natillas Royal es más que un postre, es un viaje al corazón de los recuerdos familiares. Su textura aterciopelada y el dulce abrazo de las natillas me hacen revivir cada tarde en la cocina de mi abuela, donde el amor se medía en cucharadas de azúcar y cariño.

Desde que soy pequeña, la repostería ha sido mi pasión, y esta tarta es mi forma de compartir esa magia. ¿Te atreves a sumergirte en esta dulce aventura? Y si te apetece variar, te sugiero probar las crujientes alcachofas fritas, o escaparte a un placer inconfundible con la tarta de queso de Cristina Pedroche. ¿Prefieres algo más marinero? No hay nada como una auténtica paella marinera.

Elaborar esta tarta de la abuela con natillas Royal es tan reconfortante como saborear cada bocado. No dejes pasar la oportunidad de crear tu propia historia con una receta que ha calentado corazones y hogares a lo largo de los años.

Los ingredientes que harán magia en tu cocina

Para que la tarta de la abuela con natillas Royal te quede de rechupete, aquí tienes la lista de ingredientes imprescindibles. ¡Manos a la obra!

• Galletas – El esqueleto de nuestra tarta, puedes usar las galletas rectangulares o cuadradas que prefieras.
• Natillas – El dulzor que nos transporta a la infancia. Ajusta la cantidad según te guste más o menos gruesa la capa. 
• Chocolate – La cremosidad en estado puro. Invierte en un chocolate de calidad y notarás la diferencia en cada bocado.

Elaboración de la tarta

¡Las natillas Royal son la guinda perfecta para nuestra tarta de la abuela! Te contaré un secreto: cuando era pequeña, mi abuela me enseñó a prepararlas y me encantaba ver cómo espesaban poco a poco. Sigue estos pasos y te aseguro que te quedarán de rechupete.

1. Vierte el contenido de un sobre de natillas Royal en un poco de leche y mezcla bien. Esto evitará que se formen grumos y conseguirá una textura suave y uniforme.
2. Vierte la mezcla en un cazo con el resto de la leche y cocina a fuego medio, sin dejar de remover con suavidad. Verás cómo espesa a medida que se calienta. ¡Sigue removiendo hasta que alcance la consistencia deseada!
3. Retira del fuego y deja enfriar a temperatura ambiente. ¡No te impacientes, necesita enfriarse antes de añadirla a la tarta!

Ahora, prepara el ganache fundiendo el chocolate troceado en la nata caliente (no hirviendo), y bate bien para darle esa consistencia tan suave y aterciopelada que tanto gusta. 

¡Estamos en la recta final! Ya tienes todas las preparaciones listas, así que vamos a montar esta delicia. Coge las galletas y mójalas ligeramente en leche, a continuación ve formando una capa sin superponer las galletas. 

Vierte una capa de natillas encima, un poco más gruesa, con aproximadamente la mitad. Sella con una capa de galletas, vierte el resto de las natillas y finaliza con otra capa de galletas. Extiéndelo todo con cuidado para que queden bien distribuidas por toda la superficie. ¡Lo mejor de todo es que puedes hacer tantos pisos y capas como quieras!

Por último, vierte la capa de ganache y déjate llevar por tu creatividad decorando la tarta a tu gusto. Pero tendrás que esperar a que enfríe. De 4 a 5 horas en la nevera no nos las quita nadie. Incluso está mejor al día siguiente.