Natillas colombianas: receta casera

Receta ↓ Ángela Solar

Las natillas colombianas son una delicia cremosa y suave como la seda. Hechas con ingredientes sencillos y listas en menos de 30 minutos, estas natillas son perfectas para disfrutar después de una comida abundante o como postre para una ocasión especial. ¡Su sabor a vainilla y canela te encantará!

Los imprescindibles de las natillas

Para que las natillas colombianas te queden de rechupete, necesitas unos ingredientes que son la columna vertebral de esta receta tradicional.

• Leche – La protagonista líquida, que abraza cada grano de maicena para dar esa cremosidad que nos hace cerrar los ojos de placer.
• Panela – El dulce susurro que equilibra los sabores y nos transporta a los recuerdos de infancia.
• Fécula de maíz – La magia en polvo que, sin hacer mucho ruido, trabaja en las sombras para espesar nuestras natillas a la perfección.
• Canela – La esencia de la seducción, ese aroma que nos invita a soñar con cada cucharada.

¡Comencemos con el paso más importante para unas natillas colombianas de rechupete! Disolver bien la fécula de maíz en la leche para que no salga ni un grumo. La maicena es nuestra aliada secreta para conseguir la textura perfecta de las natillas.

A continuación, calienta la leche con el azúcar y la rama de canela hasta que hierva. La leche le dará a nuestras natillas su cremosidad característica, mientras que la canela agregará un toque de sabor irresistible.

Cocción de las natillas: ¡el momento mágico!

Ahora que tenemos nuestra mezcla perfectamente preparada, es hora de darle vida a nuestras natillas colombianas. Lleva la mezcla a fuego lento en una cazuela antiadherente y no dejes de remover.

¡No te preocupes! No hace falta ser un experto en cocina para conseguir unas natillas perfectas. Sólo necesitas un poco de paciencia y dedicación.

Mi truco personal es utilizar una cuchara de madera para remover, ya que evita que se pegue la mezcla al fondo de la cazuela. Además, me recuerda a mi abuela, que siempre preparaba las mejores natillas con esta sencilla herramienta.

La cocción de las natillas puede durar entre 10 y 15 minutos, dependiendo del grosor de la cazuela y la intensidad del fuego. Lo importante es no dejar de remover y estar atento al cambio de textura.

Cuando la mezcla comience a espesar y adquiera una consistencia cremosa y suave, estarán listas para disfrutar. Recuerda, la textura final debe ser similar a la de una crema pastelera.

Enfriado y presentación: un proceso sencillo y delicioso

¡Llegó el momento de dejar que nuestras natillas colombianas se enfríen y adquieran la textura perfecta! Este paso es tan sencillo como verterlas en el molde que prefieras (o vasitos) y dejarlas reposar a temperatura ambiente durante unos minutos, permitiendo que suavemente se enfríen.

Una vez que hayan alcanzado una temperatura agradable, es hora de refrigerarlas. Colócalas en la nevera durante al menos 2 horas antes de servirlas. Esto hará que la textura se vuelva aún más suave y cremosa, ¡algo que seguro te encantará!

Al momento de presentarlas, no dudes en espolvorear un poco de canela por encima para añadir un toque de sabor y un aroma embriagador. ¡Estas natillas colombianas serán el broche de oro perfecto para cualquier comida o reunión!