natillascaseras.es

Recetas paso a paso

Natillas caseras de huevo: receta sin maicena

¡Descubre el encanto de las natillas caseras de huevo, un postre tradicional que te transportará a la infancia! Sin maicena y con todo el sabor de siempre, esta receta es un homenaje a los sabores auténticos y está lista en un abrir y cerrar de ojos.

Siempre que las preparo, mi cocina se llena de recuerdos y aromas que me llevan de vuelta a las tardes en casa de mi abuela. Y si tú, como yo, eres un apasionado de las recetas con historia, te invito a explorar el arroz con leche de coco, una delicia que aúna tradición y exotismo.

Hacer natillas es una excusa maravillosa para reunir a la familia en la cocina y pasar un rato inolvidable. Y para continuar con la magia, ¿qué tal una tarta de queso fría que enamora desde el primer bocado?

Para aquellos que cuidan su alimentación pero no quieren renunciar al placer, las natillas keto caseras son un sueño hecho realidad. Y si eres de los que prefieren los sabores cítricos, te aseguro que las natillas de limón te sorprenderán gratamente.

Por qué te encantará esta receta

  • Tradición renovada - Redescubre el sabor de siempre con un toque original, sin maicena para una textura única.
  • Facilidad sorprendente - Aunque parezca de chef, verás lo sencillo que resulta prepararla. ¡Éxito asegurado!
  • Delicia pura - Cada cucharada te transportará a un mundo de cremosidad y sabor casero inigualable.

Los imprescindibles de la receta

Para conquistar paladares con estas natillas caseras de huevo sin maicena, solo necesitas cuatro ingredientes fundamentales. Vamos a descubrir juntos cuáles son y cómo elegirlos:

  • Huevos – La magia comienza con ellos. Escoge huevos de corral si puedes, su sabor es incomparable y le darán a las natillas una textura que te hará cerrar los ojos de placer.
  • Leche – Aquí entra en juego tu gusto personal. Yo me decanto por la leche entera por su riqueza, pero si buscas ligereza, la semi o desnatada son tus aliadas. La clave está en la calidad, así que opta por leche fresca y notarás la diferencia.
  • Azúcar – Endulza la vida, pero con mesura. Puedes probar con azúcar moreno para un toque caramelizado, aunque el blanco nunca falla. Encuentra el equilibrio perfecto para tu paladar.
  • Vainilla – El alma de nuestras natillas. Una vaina de vainilla es lo ideal, pero una buena esencia también puede funcionar. Es ese detalle que, aunque pequeño, transforma por completo el resultado final.
ingredientes natillas caseras de huevo

Antes de empezar a cocinar nuestras deliciosas natillas caseras sin maicena, hay algunos pasos importantes que debemos tener en cuenta. Te confieso que yo siempre me emociono al comenzar a prepararlas, ¡son una de mis recetas favoritas!

Lo primero es separar las claras de las yemas. Cuando era pequeña, mi abuela me enseñó a hacerlo con la ayuda de la cáscara del huevo, ¡y es una técnica que nunca he olvidado!

Después, calentamos la leche a fuego medio y preparamos el caramelo, que le dará a nuestras natillas ese toque dulce y crujiente tan irresistible. Si prefieres evitar el caramelo, también puedes endulzar las natillas con un poco más de azúcar.

Elaboración de la crema de natillas: ¡El secreto está en la mezcla perfecta!

Ahora que ya tenemos nuestras yemas separadas y la leche caliente, ¡es hora de crear la base de nuestras deliciosas natillas! Me encanta esta parte de la receta porque es donde realmente puedes ver la magia suceder.

Verás, la clave para obtener unas natillas suaves y cremosas es lograr una mezcla perfecta entre las yemas, el azúcar, la leche y la vainilla.

Comenzamos batiendo nuestras yemas con el azúcar hasta que obtengamos una mezcla espumosa y de color amarillo pálido. Esto es importante porque ayuda a asegurar que nuestras natillas tengan una textura suave y sedosa.

Luego, lentamente incorporamos la leche caliente a nuestra mezcla de yemas, ¡pero ten cuidado! Debes hacerlo poco a poco para evitar que las yemas se cocinen y obtengas unas natillas con grumos.

Una vez que hayamos incorporado toda la leche, agregamos la vainilla y mezclamos bien. La vainilla no solo le da un sabor delicioso a nuestras natillas, sino que también ayuda a realzar los otros sabores.

A continuación, llevamos nuestra mezcla a fuego lento y la cocinamos sin dejar de remover hasta que espese. ¡Esto puede tomar unos minutos, así que sé paciente y no te preocupes si no ves resultados inmediatos!

elaboracion natillas caseras de huevo

¡El montaje de las claras a punto de nieve es uno de mis pasos favoritos en esta receta! No solo es rápido y fácil, sino que también es crucial para conseguir unas natillas esponjosas y ligeras que se deshagan en la boca.

Cuando bates las claras a punto de nieve firme, estás creando una estructura ligera y aireada que le dará a tus natillas esa textura suave y sedosa que todos amamos.

Así que, toma tus claras, bátelas hasta que estén firmes y, a continuación, incorpóralas suavemente a la crema de natillas. ¡Te aseguro que notarás la diferencia!

¡Ahora llega la parte más difícil de la receta: esperar! Después de mezclar las claras a punto de nieve con la crema de natillas, deja reposar la mezcla en la nevera durante al menos 2 horas.

Sé que es tentador probarlas inmediatamente, pero créeme, ¡la espera merece la pena! Esto permitirá que las natillas espesen y adquieran esa textura suave y cremosa que tanto nos encanta.

Cuando estén listas para servir, puedes darles un toque especial espolvoreando canela o azúcar glas sobre las natillas. También puedes añadir una cereza confitada encima para darles un toque de color y sabor.

Yo recuerdo que mi abuela solía acompañarlas con galletas María o bizcochos caseros para mojar en el delicioso postre. ¡Una delicia!

Receta

Natillas caseras de huevo sin maicena

Tiempo de preparación: 20 minutos

Una receta clásica y cremosa de natillas caseras sin maicena, perfecta para disfrutar en cualquier ocasión.

Ingredientes

  • 4 huevos de corral
  • 1 litro de leche entera
  • 120 g de azúcar blanco
  • 1 vaina de vainilla o 1 cucharadita de esencia de vainilla

Instrucciones paso a paso

  • Separa las claras de las yemas y reserva ambas por separado.
  • En un cazo, calienta la leche a fuego medio junto con la vainilla o la esencia de vainilla. Retira del fuego justo antes de que llegue a hervir.
  • Mientras la leche se calienta, bate las yemas con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa y homogénea.
  • Ve incorporando la leche caliente a las yemas, poco a poco y sin dejar de remover, para evitar que las yemas se cuajen.
  • Pon la mezcla de nuevo en el cazo y cocina a fuego lento sin dejar de remover hasta que espese. Retira del fuego cuando alcance la consistencia deseada.
  • En un bol aparte, bate las claras a punto de nieve firme y, con movimientos envolventes, incorpóralas suavemente a la crema de natillas.
  • Vierte la mezcla en recipientes individuales y deja enfriar a temperatura ambiente antes de refrigerar durante al menos 2 horas o hasta que estén completamente cuajadas.

Notas:

  • Puedes decorar las natillas con canela, azúcar glas o una cereza confitada antes de servir.
  • Si prefieres un sabor más caramelizado, puedes añadir azúcar moreno en lugar de azúcar blanco.
  • Las natillas caseras sin maicena se conservan en la nevera hasta 3 días en un recipiente hermético.