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Recetas paso a paso

No te pierdas todas las recetas que tenemos para ti de este postre único y que tanto nos gusta. Unas natillas cremosas, con sabor a canela, que van a hacer las delicias de todos los comensales después de la comida. Son muy fáciles de hacer y no se tardan más que unos pocos minutos. No requieren horno y hasta el más inexperto en la cocina, puede prepararlas.

¿Eres un fanático de lo dulce? Pues estas de enhorabuena, te enseñamos a hacer mousse de limón o unas deliciosas galletas.

Y si lo tuyo son las tartas, elige las más saludables, esta tarta de zanahoria, o esta otra de manzana.

Cocinar a diario puede darnos mucha satisfacción, o puede resultar una tortura, sobre todo si apenas conocemos las básicas recetas que nos enseñó nuestra madre o abuela.
¿Quién quiere comer siempre lo mismo? Lo bueno de la comida es la variedad.

Y para que haya variedad, tiene que haber diversidad de recetas que nos enseñen a conocer platos que no conocemos.

Algunos consejos:

Las natillas propiamente dichas, son una mezcla de huevos y leche, espesados por el calor.

Pero el químico de Birmingham Arthur Bird desarrolló su versión sin huevo específicamente para complacer a su esposa, amante de las natillas, pero con alergia al huevo.

Así, cualquiera puede disfrutar de unas buenas natillas, tanto de postre, como de relleno para otros dulces, o incluso como salsa.

Leche vs. nata

Las natillas requieren una consistencia espesa, por eso se suele utilizar nata en vez de leche. También puedes utilizar mitad y mitad, para dale una textura más suave, pero firme a la vez.

Sin embargo, no te dejes tentar por la leche desnatada o semidesnatada: necesitarás un poco de grasa para darle cuerpo a la crema.

Temperatura

Cualquier receta que implique el uso de yemas de huevo como espesante, produce ansiedad y nerviosismo debido al temor de que aparezcan grumos de huevo cuajado.

Con este fin, muchas recetas aconsejan hacer las natillas al baño María, porque el calor es más suave.

Con la harina de maíz, sin embargo, esto no debería ser necesario, siempre y cuando tengas suficiente paciencia para mantener el calor muy bajo.

Definitivamente, las natillas no son una comida rápida.

Aromas

El aroma a vainilla ha acaparado el mercado en los últimos siglos, hasta el punto de que es fácil olvidar que en realidad las natillas pueden ser de cualquier sabor que te guste.

La menta, la cáscara de naranja o limón, o granos de café triturados son una gran opción; y por supuesto, el clásico chocolate nunca falla.

Si quieres algo diferente prueba la canela o el cardamomo, o añade una cucharada de brandy y nuez moscada.

Hay quién sustituye la vaina por una buena esencia o extracto de vainilla, pero, aunque el sabor es más fino, una natilla de vainilla tachonada de semillas, es sin duda más atractiva visualmente.

Trucos

Hay quien utiliza un huevo entero junto con las yemas de huevo, ya que las yemas dan un sabor más rico, a crema aterciopelada.

Si se agregan las claras, se crea una consistencia gelatinosa, y una natilla más fuerte. Aunque parece que se espesa más rápidamente.

La harina de maíz ayuda a prevenir que los huevos se cuajen, estabilizando la salsa.

Está muy bien presumir de nuestra destreza con las yemas de huevo, pero con el tiempo, se acabará cuajando, lo que puede quitarte la alegría de hacer natillas, así que tiene sentido invertir en una póliza de seguro.

Una cantidad pequeña de harina de maíz no tiene ningún efecto aparente en la natilla terminada, y da una textura ligeramente más suave que la harina normal.

Una vez que las natillas estén listas, es importante retirar la cazuela inmediatamente del fuego para detener la cocción.

Algunas recetas requieren poner el fondo de la cazuela en agua helada para acelerar el proceso.

Para asegurarte de que las natillas no tienen grumos, puedes colar la mezcla por una malla fina para eliminar cualquier signo de pequeños grumos de clara de huevo cocida.

Agrega la sal y el extracto de vainilla o los aromas después de colar la mezcla, no antes.

Antes de refrigerar las natillas recién cocidas, déjalas enfriar de 5 a 10 minutos y luego cúbrelas con film.

Asegúrate de que el film cubre la superficie de la natilla para evitar que las proteínas de la leche formen una fina corteza en la parte superior.

Además de cocinarse a fuego lento, hay que remover los ingredientes continuamente con una cuchara de madera.

Para las natillas sin harina de maíz, una vez que has mezclado la leche caliente y los huevos batidos, es fácil sobrecalentar la mezcla.

Para evitar esto, cocina las natillas en una olla doble (con el recipiente sin tocar el agua), de la misma manera que lo harías para derretir el chocolate.

Esto produce un calor más suave y reduce las posibilidades de sobrecalentar las natillas.

Es fácil pensar que para espesar la crema, necesita cocinarse más tiempo. Pero no es verdad. Recuerda que se espesa al enfriarse.